Obra

Obra de L. Anneo Séneca

Séneca escribió numerosas obras que se pueden catalogar en dos grupos: obras filosófico-morales y obras poéticas.

OBRAS FILOSÓFICO-MORALES

  • Diálogos: Son pequeños ensayos sobre problemas morales. Su forma no responde al título. Entre ellos destacan De uita beata (sobre la vida feliz de acuerdo con la doctrina estoica), De tranquillitate animi (sobre la tranquilidad del espíritu, que no se encuentra en la diversiones. Es un análisis hondo de los sentimientos humanos: angustia, agitación, aburrimiento, melancolía ..., vicios tanto más nocivos por el hecho de que muchas personas se complacen en ellos.), De breuitate uitae (la vida no es tan breve como parece, si no se pierde el tiempo en cosa inútiles), De clementia ( trata de infundir esta virtud a su discípulo Nerón. El resultado práctico no fue muy halagüeño), De beneficiis, De ira, ... En cada uno de sus tratados morales aborda el estudio de un problema concreto, llegando a soluciones simplistas, pero radicales, que no dejan lugar a la debilidad humana. La acumulación de argumentos, el análisis de sentimientos y la vehemencia del tono prevalecen sobre la exposición lógica de las ideas.Obra
  • Naturales Quaestiones: Es un tratado, en ocho libros, de la Física de su tiempo. Respecto a las ciencias, Séneca adoptó a lo largo de su vida actitudes contradictorias. En su juventud consideraba que el conocimiento de los fenómenos naturales le era imprescindible al sabio. Más tarde censura a aquellos que malgastan en satisfacer vanas curiosidades el tiempo que podrían emplear en su perfección moral. En esta obra intenta hacer compatibles ambas posiciones.
  • Consolationes: Género literario ya conocido por los griegos. Son cartas de condolencia dirigidas a amigos apenados por la muerte de un ser querido. Prescindiendo de la persona del muerto, desarrolla todo un tratado de moral práctica, invitando a la resignación y disertando sobre la fragilidad de la vida humana y sobre la inmortalidad del alma. Sus destinatarios fueron su madre Helvia, su amigo Polibio y Marcia.
  • Cartas a Lucilio: Obra que contiene 124 cartas distribuidas, actualmente, en 20 libros. Están dirigidas a Lucilio pero no se sabe si realmente las envió o simplemente las escribió para ser leídas. Constituyen un verdadero tratado de dirección espiritual, en el que diserta sobre la verdadera gloria del filósofo, sobre el menosprecio de la muerte, sobre la pobreza. sobre la felicidad, ... Trata esencialmente los mismos temas desarrollados ya en sus tratados morales. En estas cartas puede seguirse el progreso espiritual de su autor, que va ahondando en su propio yo, en busca de la luz salvadora. Analiza las pasiones que bullen en el fondo de su corazón y en la conciencia de todos los hombres: el bien y el mal, la virtud y el vicio, la fraternidad, la caridad, el hombre y Dios, la vida y la muerte,... Sobre todo de la muerte, que constituye para él una idea obsesionante. Contemplar la muerte a la luz de una serena reflexión, exenta de todo temor irracional, constituye el medio más eficaz para acercarnos a la verdad y a la perfección moral. Ahora bien, junto a esta concepción, vislumbra en un horizonte infinito la idea de la eternidad. Estas carta fueron muy leídas y meditadas por sus contemporáneos, así como por los cristianos, que admiraban en ellas su valor edificante, medievales, renacentistas y todos los que les siguieron hasta la época actual.

OBRAS POÉTICAS

  • Tragedias: Las nueve tragedias que se han conservado no fueron escritas para ser representadas en la escena, sino para ser editadas y recitadas en lecturas públicas. Las más señaladas son: Hércules furioso, Las Troyanas, Medea, Edipo y Fedra. Se inspira en los trágicos griegos, de quienes toma también los títulos, pero imprime en sus obras un sello muy personal: su teatro se caracteriza por el gran patetismo de los protagonistas ya en las primeras escenas y por el análisis minucioso y preciso de sus pasiones. En todo él aparecen reflexiones morales. Séneca imita a sus modelos, pero las diferencias con el original son numerosas. En lugar de la acción progresiva, va mostrando cuadros sucesivos. Analiza con precisión y minuciosidad las pasiones de sus héroes que son demasiado rígidos en sus convicciones y reacciones. Gusta de las situaciones patéticas, de los efectismos, de las truculencias y de la pintura de espíritus atormentados y monstruosos.

Sustituye la puesta en escena por una brillantez descriptiva, que llega en ocasiones a ser recargada. En sus coros alternan las más realistas y luminosas visiones de la naturaleza con las reflexiones morales. Las tragedias de Séneca suscitaron en los siglos XVI y XVII el nacimiento del teatro clásico europeo.

Su estilo es elegante, ingenioso y conciso, de acuerdo con las tendencias de su época. La composición de las obras está llena de digresiones y transiciones súbitas, metáforas y antítesis. Su lectura es amena y agradable.

Aunque sus obras no invitan a la devoción ni a la caridad, es indudable que Séneca presenta el pensamiento pagano en su forma moral más noble y elevada y muestra la vida antigua en sus facetas más refinadas, por lo que su lectura ha constituido en la posteridad una valiosa guía de conducta para muchos espíritus ansiosos de perfección moral.

 

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