El Satiricón

Obra de Petronius Arbiter

Contenido y estructura de la obra

El Satiricón es una de las obras antiguas cuya transmisión ha sufrido mayor número de vicisitudes; no sólo nos ha llegado en estado fraccionario sino que ha ido apareciendo en épocas distintas y en diferentes manuscritos. La obra presenta a sus estudiosos gran cantidad de cuestiones entre las que se sitúan la fecha de El Satiricónsu composición y la identificación de su autor. Se han propuesto diversas fechas que van desde la segunda mitad del siglo I de nuestra era hasta el siglo III. En la actualidad la mayor parte de los estudiosos de esta obra, apoyándose en la situación económica y social que se refleja en la misma y, muy especialmente, en sus referencias literarias y culturales, se inclinan a favor de la composición en los últimos años del reinado de Nerón. El Satiricón nos ha llegado extraordinariamente fragmentada; parece que debía tener al menos dieciséis libros, porque se nos han transmitido parte del XIV, XV y del XVI. Los fragmentos que tenemos sólo abarcan algunos pequeños episodios, si exceptuamos un episodio que nos ha llegado completo y que se conoce como La cena de Trimalción.

La obra es extraordinariamente compleja, no sólo por su trama sino también por la gran cantidad de géneros que, como tendremos ocasión de ver más adelante, confluyen en ella.

El relato principal está en primera persona y se centra en las vergonzosas aventuras del propio narrador, Encolpio, y de su amante Gitón, joven hermoso y carente de escrúpulos.

En la primera parte de sus aventuras están acompañados por Ascilto. Los tres personajes carecen completamente de moral, pero demuestran gran inteligencia en sus aventuras por las ciudades helenizadas de Italia del Sur. En la segunda serie de aventuras acompaña a Encolpio y a Gitón un nuevo personaje: Eumolpo; se trata de un viejo poeta sentimental y sin escrúpulos. En el relato principal se insertan numerosos episodios menores con entidad y valor literario propio, novelas dentro de la novela. El conjunto forma una serie de aventuras extravagantes, eróticas la mayor parte de las veces, en las que se reúnen personajes de todo tipo: ladrones, fanfarrones, pervertidos, retores, doncellas y matronas dominadas por la lujuria, etc... Es, quizás (entre otras cosas), la primera novela de pícaros, que, moviéndose en un mundo en descomposición, intentan sobrevivir en él.

El episodio más extenso y de mayor entidad de los conservados es el llamado La cena de Trimalción. Este episodio ha aparecido aparte y en un manuscrito distinto al resto de los fragmentos. Narra un banquete ofrecido por Trimalción, liberto recientemente enriquecido, y al que son admitidos el joven Encolpio y sus acompañantes. El anfitrión y su esposa Fortunata hacen ostentación de su riqueza tanto en la decoración de la casa como en la profusión de suntuosos platos para sus invitados. El tema le sirve a Petronio para trazar una viva caricatura de la vulgaridad de esta clase de nuevos ricos que proliferaban en la época imperial. Durante la comida se suceden incidentes grotescos y conversaciones ridículas.El Satiricón

Mención aparte merece dentro del estudio de la estructura de la obra las narraciones cortas, que se pueden considerar, como ya hemos dicho anteriormente, verdaderas novelas dentro de la novela. De entre ellas se pueden destacar la del hombre-lobo y la de las brujas maléficas, incluidas ambas en La cena de Trimalción, así como la de la Matrona de Éfeso y el Muchacho de Pérgamo, puestas ambas en boca del poeta Eumolpo. Por último encontramos en El Satiricón, además de gran número de pequeñas poesías, dos poemas extensos, que merecen ser tenidos en cuenta en un comentario de la estructura de la obra petroniana. El primero de ellos canta la destrucción de Troya, y se encuentran en él no sólo ecos del libro II de la Eneida sino también de otras versiones griegas. El segundo, bastante más interesante desde el punto de vista de la teoría literaria, es un largo poema sobre la guerra civil; algunos quieren ver en él una crítica o parodia de La Farsalia de Lucano. Este tipo de poemas apoya la tesis de los que piensan que Petronio escribía para un público entendido, capaz de reconocer y valorar las alusiones a autores y obras dispersas por la novela. 

 

Valor literario

Con El Satiricón Petronio consigue una obra totalmente nueva y original, que se adaptaba bien al gusto de la época y representaba a la perfección el espíritu escéptico y epicúreo de su autor. En su conjunto es una obra difícilmente clasificable, en la que se reconocen rasgos de distintos géneros, sin que ninguno de ellos la expliquen en su totalidad. Desde el punto de vista lingüístico, El Satiricón es un documento de un extraordinario valor. Todos los tonos literarios están absolutamente mezclados en perfecta consonancia con el tema narrado y con la caracterización del personaje; los pasajes cómicos se alternan con los trágicos, y a los puramente burlones suceden otros de gran patetismo.

Es difícil hallar pruebas de la influencia de Petronio en la literatura posterior. A partir del siglo XVI, más bien hacia final del mismo, parece que empiezan a circular por Europa sucesivas ediciones de los fragmentos, hasta entonces descubiertos, del Satiricón. Según el erudito del siglo XIX Menéndez y Pelayo, la influencia de Petronio en la literatura española es prácticamente nula. El primer escritor español que cita expresamente a Petronio es Quevedo, que alaba el estilo del escritor latino y lo considera entre los más grandes escritores de la antigüedad. 

 

Obra colocada bajo licencia Creative Commons Attribution Non-commercial Share Alike 3.0 License