Obra

Obra de P. Ovidio Nasón

Su obra puede encuadrarse en tres grupos que corresponden a tres períodos cronológicos:

I.- Obras de juventud: poesía amorosa:

a) Los Amores (Amores), en 3 libros. Son elegías amorosas siguiendo el modelo de Tibulo y Propercio. Están dedicadas a una tal Corina, que parece ser un personaje ficticio para unos amores igualmente inventados, lo que hace que estos poemas resulten totalmente frívolos, careciendo de vida interior y profundidad de sentimientos.

b) Heroidas (Heroidum epistulae). Una correspondencia en verso entre héroes y heroínas de leyenda. Entre Penélope y Ulises, Dido y Eneas, Ariadna y Teseo,... Están llenas estas cartas de erudición mitológica y de ornamentación retórica.

c) El arte de amar (Ars amandi), en 3 libros. Es un tratado didáctico sobre el arte de buscar a la persona adecuada, enamorarla y conservar su amor. Está escrito al margen de toda moralidad. Complementos de esta obra son: Remedios del amor (Remedia amoris) y De los cosméticos femeninos (De medicamine faciei femineae).

II.- Obras de madurez: poesía didáctica: agotado el ciclo amoroso, escribe sus mejores obras:

a) Los Fastos (Fasti). Es una obra incompleta, que comprende 6 libros, uno para cada uno de los seis primeros meses del año, donde va describiendo las fiestas principales del calendario romano, relacionándolas con leyendas del pasado de Roma.

b) Las Metamorfosis. Es el segundo gran poema épico de la época augústea y su obra cumbre. El carácter es completamente distinto al de la Eneida y poemas épicos anteriores. Las Metamorfosis es un poema mitológico erudito, subgénero épico que cultivaron los poetas alejandrinos y, consecuentemente, algunos neotéricos componiendo lo que se llamaron “epilios”. Es un poema de madurez, iniciado poca antes de su destierro y que, a pesar de su extraordinaria perfección, el poeta consideró inacabado.

Consta de 15 libros. Es la obra más ambiciosa y más lograda de Ovidio. Está escrita en hexámetros, frente al resto de su obra toda ella escrita en dísticos. Forman un cuerpo alrededor de 250 leyendas de héroes y personajes transformados en animales, en vegetales, en constelaciones,... Sigue un orden cronológico, desde la formación del Universo hasta la metamorfosis de Julio César en constelación.

No obstante, se ha planteado frecuentemente la disyuntiva de si las Metamorfosis es, en realidad, un poema épico o no. A favor de que lo sea está la intención del autor de hacer un carmen perpetuum (es decir, una obra sin interrupción), la utilización del hexámetro (verso épico por excelencia), la aparición de recursos típicos como escenas de batallas, símiles, catálogos, digresiones, etc., igualmente un análisis del léxico revela que, en general, es más elevado que el utilizado en sus restantes obras.

En contra, la falta de unidad temática, un cambio incesante alejado de la serenidad y quietud de la Eneida. Esta variedad se extiende también a los registros poéticos empleados: se mezclan pasajes épicos con otros bucólicos, líricos e, incluso, dramáticos.

Las Metamorfosis no es una obra comprometida, ni tiene intencionalidad política como la Eneida. Ovidio escribe un poema superficial que sólo pretende sorprender, divertir y distraer. No vivió la época de las grandes guerras civiles y la obra pacificadora de Augusto no le inspira sino indiferencia, contrariamente a lo que ocurría con Virgilio y Horacio. No hay en la obra ni ideales patrióticos ni finalidad ético-religiosa, bases de la épica romana, porque era algo ajeno a la propia conciencia del poeta.

III.- Obras del destierro: poesía elegíaca dolorosa: En su destierro de Tomes escribirá con dolorosa desesperación sus dos últimas obras: Las Tristes (Tristia) en 5 libros y LasPónticas (Epistulae ex Ponto), 4 libros de cartas a su mujer y a sus amigos. Todo en dísticos elegíacos y con el tema de sus sufrimientos y las súplicas a Augusto para que le aligerase el castigo. La frívola superficialidad de sus primeras obras se ha convertido en estas últimas, nacidas del dolor, en expresión de sentimientos profundos.

Su lenguaje es flexible, su expresión brillante y elegante. Sus versos están poblados de imágenes brillantes, ingeniosas, llenas de colorido. Ovidio representa un puente entre la poesía "clásica" y la "decadente", entre el siglo I a.C. y el siglo I d.C. En él empieza ya a deshacerse el modelo de clasicidad que representaban Virgilio y Horacio, basado en la contención y en la adecuación perfecta entre la forma y el contenido, y apunta ya a la decadencia de la época imperial, con exceso del retoricismo, falta de hondura y de ideas de dimensión universal, con primacía de lo superfluo sobre lo esencial.

A la belleza formal de sus versos se debe la influencia que ejerció sobre casi todos los poetas latinos que le siguieron: Lucano, Estacio, Marcial etc. Durante la Edad Media fue uno de los autores más admirados, favorecido por el gusto por la interpretaciones alegóricas de los mitos clásicos. La lista de autores que recibieron su influencia sería interminable: Dante, Petrarca, Boccacio, Racine, Shakespeare, Cervantes, Calderón de la Barca, … Las artes plásticas también encontraron una fuente de inspiración inagotable.

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