Cayo Julio César (Roma, 100 a.C.- 44 a.C.)
Político, militar y escritor romano. Miembro de la antigua familia
patricia Julia, tuvo como maestro al célebre gramático y retórico
Marco Antonio Grifón y desde muy joven participó en la vida
pública romana. En el 84 a.C. casó con Cornelia, hija de uno
de los enemigos de
Sila
, y, tras negarse a repudiarla como pretendía el dictador, huyó
a Asia (82 a.C.). A la muerte de
Sila
(78 a.C.), volvió a Roma y destacó por su defensa de los
derechos de las clases populares de la ciudad y por su oposición a
la política del partido aristocrático en el poder, pero las
deudas le obligaron a marchar a Rodas, donde estudió oratoria junto
al sabio Molón (77-75 a.C.). En el 74 a.C. mandó el ejército
que venció a Mitríades VI, rey del Ponto, victoria que le valió
ser nombrado tribuno militar. Nuevamente en Roma, sus dotes oratorias cautivaron
al pueblo y le permitieron ocupar diversos cargos públicos: cuestor
en Hispania (69 a.C.), edil curul (65 a.C.) y pontífice máximo
(63 a.C.). Aunque se sospechó su implicación en la conjuración
de
Catilina
, que se proponía asesinar a los cónsules, la carrera política
de César continuó en ascenso: en el 62 a.C. se convirtió
en pretor, y al año siguiente partió hacia la Hispania Ulterior
como propretor, magistratura que le proporcionó en poco tiempo una
cuantiosa fortuna con la que pudo saldar las numerosas deudas que lo acuciaban.
De regreso en Roma, en el 60 a.C., pactó con Pompeyo, un valeroso general,
y Craso, un rico ciudadano, la formación del primer triunvirato. Como
triunviro, promulgó varias leyes agrarias en favor de los soldados
licenciados y ejerció un fuerte control sobre el Senado. Entre los
años 58 y 54 a.C. conquistó las Galias y sometió a celtas,
galos, germanos y helvecios, y realizó una expedición a Britania,
campañas que le reportaron un gran prestigio militar. Tras la crisis
política que estalló en Roma a la desaparición del triunvirato
a raíz de la muerte de Craso en Siria (53 a.C.), en el 52 a.C. el Senado
nombró dictador a Pompeyo, quien intentó mermar el poder de
César ordenando la disolución de sus legiones. Éste,
sin embargo, decidió cruzar el río Rubicón, límite
entre la Galia Cisalpina y la península Italiana, y marchar con sus
tropas sobre Roma, acción que inició la cruenta guerra civil
que lo enfrentó a Pompeyo y a la oligarquía senatorial (49 a.C.).
En pocos meses, se apoderó de la península y entró en
Roma, donde fue nombrado primero dictador y, posteriormente elegido cónsul.
A principios del 48 a.C., una vez vencidos los pompeyanos de Hispania en Ilerda,
César persiguió a su oponente hasta Grecia y lo derrotó
en Farsalia (9 de agosto). En su huida hacia Oriente, Pompeyo se refugió
en la corte egipcia, donde murió asesinado poco antes de la llegada
de César, quien, durante su estancia en Egipto, apoyó a Cleopatra
VII en el enfrentamiento de ésta con su hermano Tolomeo XIII. Tras
vencer a los últimos pompeyanos en África (Tapso, 46 a.C.) y
luego en Hispania (cerca de Munda, 45 a.C.), César se convirtió
en dictador perpetuo y emprendió una política destinada a limitar
el poder del Senado, sanear las finanzas del Estado y el acceso a las magistraturas,
reformar el sistema monetario, mejorar el gobierno de las provincias y fomentar
la celebración de juegos públicos en Roma. El 15 de marzo
del 44 a.C. murió apuñalado en el Senado por un grupo de republicanos
opuestos a su poder autocrático. Como escritor, destacan sus Comentarios
sobre la guerra de las Galias (Commentarii de bello gallico, 52-51
a.C.) y los Comentarios sobre la guerra civil (Commentarii de bello
civile, 45 a.C.), que constituyen fuentes de información histórica
de inestimable valor.
«Los hombres tienden a creer aquello que les conviene.»